Errores comunes en la recomendacion de suplementos

Si trabajas en herbodietética o farmacia, sabes que vender “por vender” sale caro: al cliente, a la reputación y a tu ticket medio. Mi enfoque es simple: recomendar con criterio. En mostrador aprendí que muchos fallos no vienen de mala fe, sino de hábitos. Aquí te dejo los errores que más veo y cómo los corrijo, con guiones rápidos que uso a diario.

Aviso pro: esto es formación práctica, no sustituye consejo médico individual. Deriva cuando toque.


Antes de recomendar: entender la intención y el contexto del cliente

Por qué empezar por la opción ideal (y cómo bajarla sin perder valor)

Uno de los tropiezos más habituales es partir de lo barato por miedo a la objeción de precio. En mi mostrador he comprobado que presentar primero la opción ideal destapa la intención real del cliente: muchas veces te sorprende y te pide algo aún mejor porque valora el resultado por encima del precio.
Cuando sale el tema del dinero, ajusto la propuesta, pero eso no significa saltar al producto más barato de la categoría. Prefiero bajar un escalón por valor, no por precio desnudo.

Cómo lo planteo (script de 15s):
“Para tu objetivo, lo que mejor funciona es esta fórmula por [razón técnica clara]. Si quieres optimizar presupuesto, tengo una alternativa sólida que mantiene [beneficio clave] aunque renuncia a [característica secundaria]. ¿Cuál te encaja más?”

Errores a evitar aquí

  • “Este es el más barato” como argumento principal.

  • No preguntar por prioridades (resultado, rapidez, formato, sabor, vegano, etc.).

  • No explicar por qué una opción es mejor (formas químicas, cofactores, estandarización).

Scripts breves para detectar prioridades (salud, precio, formato, adherencia)

  • Necesidad principal: “¿Qué quieres conseguir exactamente y en cuánto tiempo te gustaría notarlo?”

  • Historial y seguridad: “¿Tomas fármacos o suplementos ahora mismo? ¿Alguna condición a tener en cuenta (embarazo, riñón, anticoagulantes)?”

  • Preferencias: “¿Cápsula, polvo, líquido? ¿Vegano? ¿Sabor?”

  • Adherencia: “¿Una toma al día o varias te resulta viable?”

Con 4 preguntas cierro el 80% de las dudas y evito recomendar por intuición.


Calidad y consistencia: estandarización, titulado y formas químicas

Cómo explico la estandarización en 20 segundos

Otro error serio es recomendar plantas no estandarizadas cuando buscamos un efecto reproducible. Yo lo explico así:
“Este extracto está estandarizado, significa que cada lote trae la misma cantidad del principio activo (p. ej., 95% curcuminoides). Así el resultado es consistente bote tras bote.”
Cuando quiero garantizar un efecto óptimo, evito recomendar a ciegas una planta molida sin información de titulación.

Puntos de calidad que valoro y comunico

  • % de principio activo (p. ej., berberina ≥ 85%, saponinas en tribulus, ginsenósidos en ginseng).

  • Forma química del nutriente (bisglicinato vs óxido, metilcobalamina vs cianocobalamina).

  • Cofactores que mejoran absorción/uso (vitamina C con hierro, D3 con K2).

  • Certificaciones (GMP), trazabilidad y controles de terceros.

  • Etiquetado claro: mg de ingrediente activo, no solo planta total.

Señales rápidas de calidad (mini-tabla útil de mostrador)

Nutriente/plantaFormas que suelo priorizarFormas/propuestas que evito o cuestiono
MagnesioBisglicinato, malatoÓxido (baja biodisponibilidad, puede irritar)
HierroBisglicinato/quelado + vit. CSulfato si hay mala tolerancia
Vitamina B12Metilcobalamina, adenosilcobalaminaCianocobalamina salvo que sea la única opción
Vitamina DD3 (colecalciferol), a menudo con K2D2 como opción principal
CúrcumaExtracto 95% curcuminoides + piperinaPolvo de cúrcuma sin titulado para objetivos exigentes
GinkgoEGB 761 tituladoHojas molidas sin % de ginkgoflavonas

En mi día a día, cuando quiero un efecto reproducible, priorizo extractos estandarizados y lo digo tal cual al cliente.


VRN vs dosis eficaz: marco, prudencia y ejemplos

Cuándo el VRN se queda corto (y cómo justificarlo con seguridad)

Tiendo a ver el VRN como un mínimo de referencia nutricional, no siempre equivalente a dosis eficaces para objetivos concretos. En mi práctica, si el contexto lo justifica y la seguridad es clara, explico que a veces la dosis útil supera el VRN (p. ej., vitamina D en déficit, magnesio para calambres, omega-3 para triglicéridos dentro de etiquetas de complemento).
La clave es argumentar: forma química, evidencia de uso común, duración y seguimiento; y dejar claro que no estamos tratando enfermedades ni sustituyendo tratamientos médicos.

Cómo lo comunico (frase real que uso)
“Estos valores de VRN nos dan un piso; para tu objetivo, esta fórmula usa una dosis clínicamente práctica y segura. La revisamos en X semanas y, si hace falta, ajustamos.”

Límites, contraindicaciones y derivación

Errores muy comunes: no preguntar por fármacos, embarazo/lactancia o patologías clave. Señales de derivación inmediata o consulta médica:

  • Anticoagulantes/antiagregantes, cirugía programada, insuficiencia renal/hepática, patología tiroidea, arritmias, embarazo/lactancia.

  • Síntomas de alarma (pérdida de peso inexplicada, dolor torácico, fiebre persistente…).

  • Menores con pautas fuera de etiqueta.

Mi regla: si dudo, derivo; el cliente lo agradece.


Interacciones, timing y adherencia: lo que un buen consejo evita

Combinaciones que chocan y sinergias que suman

  • Hierro: mejor separarlo de calcio, magnesio y zinc; acompañado de vitamina C suele ir mejor.

  • Zinc vs cobre: en tomas altas y mantenidas, vigilar el cobre.

  • Vitamina D + K2: combinación frecuente cuando buscamos soporte de utilización del calcio.

  • Cafeína con hierbas estimulantes: cuidado con ansiedad/insomnio.

En mi experiencia, avisar de estas reglas simples dispara la satisfacción y reduce devoluciones.

Liposolubles con grasa, probióticos y otros básicos

  • Liposolubles (A, D, E, K): preferiblemente con comida grasa.

  • Probióticos: pauta constante y revisar conservación (cadena de frío si aplica).

  • Fibras y quelantes: pueden retrasar o disminuir la absorción de ciertos minerales.

  • Ciclar o descansar algunas plantas estimulantes para evitar tolerancia.


Guion de recomendación ética (paso a paso)

  1. Explora (30–60s): objetivo, plazo, historial, preferencias, red flags.

  2. Propón la opción ideal (beneficio → razón técnica → cómo se toma).

  3. Ofrece una alternativa por valor (no por “barato”) dejando claro lo que pierde y lo que mantiene.

  4. Asegura adherencia: formatazo, tomas, sabor, recordatorios.

  5. Cierra con claridad: “Te lo resumo: qué hace, cómo se toma, qué notarás y cuándo te veo para revisar.”

Cómo cerrar con valor si aparece la objeción de precio

Yo digo: “Puedo ajustar sin tirar la calidad. Si bajamos precio, prefiero mantener la forma química y reducir extras (p. ej., menos cofactores), antes que elegir algo que no cumpla.”
Así preservo lo importante y el cliente entiende el porqué.

Checklist de entrega: dosis, conservación y seguimiento

  • Dosis y horario escritos (y en la bolsa si hace falta).

  • Conservación: luz, humedad, caducidad.

  • Qué esperar y cuándo (latencia de efecto).

  • Recordatorio de interacciones y red flags.

  • Revisión en X semanas.

Frase que me funciona: “Si luego notas X o aparece Y, vienes y lo ajustamos sin problema.”


FAQs de mostrador: respuestas en menos de 30 segundos

¿Cuándo tiene sentido superar el VRN?
Cuando el objetivo necesita dosis prácticas mayores y hay seguridad, siempre con seguimiento y dentro del uso como complemento alimenticio.

¿Cómo explico la estandarización en 20 segundos?
“Estandarizado = misma cantidad de activo en cada lote. Resultado predecible. Por eso esta opción rinde mejor.”

¿Qué hago si el cliente solo quiere lo más barato?
Ofrece una alternativa decente explicando lo que pierde. Si aun así quiere precio, documenta la recomendación y deja la puerta abierta a revisión.

¿Hierro con qué y contra qué?
Con vitamina C, lejos de calcio/magnesio/zinc; revisar tolerancia.

¿Cuánto tarda en notarse un suplemento?
Depende: algunos días (magnesio para descanso), otros semanas (omega-3, vitamina D). Acláralo siempre.

¿Cuándo derivo?
Embarazo/lactancia, anticoagulantes, patologías crónicas, síntomas de alarma, o si el cliente pide usar el suplemento como sustituto de tratamiento médico.


Conclusión

Recomendar bien no es “colar” un bote: es alinear intención, calidad real y uso correcto. En mi experiencia, empezar por la opción ideal, explicar estandarización y formas químicas, y manejar el VRN como piso (no techo) —con cabeza y seguridad— te coloca por encima del 90% de recomendaciones improvisadas. Ganarás en resultados, confianza y ticket medio sin sacrificar ética.